Año 2017, esta parece ser la era dorada para el geek, con
superhéroes y villanos por doquier, pero hoy no todo es Marvel o DC, y la gran pantalla nos muestra
alternativas para películas de buenos y malos. Una de esas alternativas, por así
decirlo, es el grupo que creo que todos, o la mayoría que superamos los 20
recordamos, el equipo colorido más querido, si, los Power Rangers. Y es que
este año, Saban abrió el cajón de los recuerdos y se juntó con Lionsgate para
hacer el reboot cinematográfico del equipo original. Con actores más jóvenes,
obvio, se busca darle un reinicio a los personajes con los cuales crecimos.
Para empezar, si la comparamos con la serie estadounidense
de 1993, la historia es parecida y su esencia es la misma pero tiene su propia
personalidad, es más profunda y toca temas típicos de los adolescentes, la
inclusión por ejemplo, el bullying o el descubrimiento de uno mismo en esa
etapa de vida. Como sucede con Trini, la Ranger amarillo, quien es gay y busca
una silenciosa aceptación, muy bien chicos, punto para ustedes. Por otro lado
los personajes no están mal llevados, creo que se logra, con algunos errores,
darle personalidad a cada uno y que se solidifique
con parte de la historia. Sin olvidar a los titanes de la película, Bryan
Cranston, Bill Hader y Elizabeth Banks. Hacen unos personajes muy
satisfactorios pero es Banks quien se lleva el premio con una excelente Rita
Repulsa que me dejó con ganas de que le dieran más minutos a esta terrorífica
antagonista. Por otra parte uno de los puntos más bajos es el transcurso de la
película, una historia larga para 10 minutos de acción, zords y mórfosis, por
momentos se pierde el hilo porque vamos, son los Power Rangers, queremos ver
esos trajes, que por cierto están geniales y me gustaron mucho. Otro punto para
remarcar son los pobres efectos, en ocasiones parecen mediocres, malos para una
cinta de este estilo. Pero algo que me gustó es el uso de canciones conocidas,
como vemos a menudo, para hacer la
película un poco más amigable, sin sobrepasar los límites, se puede escuchar a
Twentyone Pilots, una versión de Stand By Me y la clásica I’ve Got The Power de Snap, entre otras.
Para ir terminando creo que Power Rangers no es excelente
pero esta aprobada, es buena, fresca, nueva y diferente, tiene sus pro y sus
contras, pero aun así es una película nostálgica, mas para recordar que para el
recuerdo, siendo sincero no fui capaz de disimular mi sonrisa durante poco mas
de 2 horas, volví a tener 5 años y me emocioné al escuchar el inconfundible ”go
go Power Rangers” y al ver algún que otro cameo. Mas allá de esto espero con
ganas la segunda parte de esta historia, ojala que corrijan los errores y poder
ver al fin al tan esperado Ranger verde.